Mirando las letras y pronunciando en voz alta
Desde la educación primaria nos enseñaron a leer en voz alta.
Empezaron por enseñarnos las vocales y siguieron las consonantes. Nos hacían mover los ojos de una letra a otra juntando sus sonidos.
Continuaron con sílabas y su enlace para formar palabras cortas.
Nos enseñaron a repetir en voz alta cada detalle, cada sonido, cada coma.
Nos estamparon el hábito de leer-pronunciar-oír-entender. El problema era que la mayoria entendia muy poco de la lectura.
Finalmente nos dijeron que bajaramos la voz, pero seguimos leyendo en voz baja, con un sonido interno que nos deja en paz.
Y así continuamos hasta la fecha, leyendo, apoyándonos con la pronunciación, que realmente es un obstáculo para lograr una lectura veloz.
Casi todos fuimos enseñados a leer sin dar a los signos de puntuación su valor real.
Cuando se usan las expresiones "se come las comas", "te brincas los puntos", "da igual dos puntos que punto y coma o punto y seguido", se manifiesta la ignorancia y se garantiza la no comprensión.
Cuando se le pide a una persona que lea algo y comete estos errores, entonces no va a entender lo que leyó y necesita repetirlo una, dos veces, o más. Aprendió mal.
Algunas personas leen esperando que cada renglón les dé la idea completa y, como no es así, cree captar algo completo cada renglón. Otras leen en voz baja hasta que se les acaba el aire y ahí hacen pausa, sin importarles si hay o no signo de puntuación. En ambos casos se cortan las ideas por causa de una mala lectura.