Martita era una niña buena, noble y obediente. Una mañana salió de casa temprano para ir a su colegio pero en el camino se encontró con una niña de mirada triste que parecÃa estar enferma. Se acercó a ella inclinándose y le preguntó qué era lo que le sucedÃa. La pequeña, llamada Claudia, le contó entre sollozos que su padre la abandonó con su madre y demás hermanos. No tenÃan qué comer, pero lo más triste era que esa noche serÃa navidad y en esa fecha todos celebran en sus casas con regalos, una rica cena y reunidos en familia. Martita también era pobre pero tenÃa más que Claudia, un hogar lleno de amor con padres maravillosos y un bello y grande oso de peluche. Sin pensarlo dos veces regaló su oso a Claudia.
Esa noche mientras dormÃa Martita tuvo un lindo sueño, vio que un ángel bajaba desde el cielo y le daba un regalo. Cuando despertó poco antes de la medianoche encontró al lado de su cama una preciosa muñeca. Ella corrió y les mostró a sus padres lo sucedido. Ellos abrazándola muy contentos le dijeron que ese regalo se lo enviaba Dios como premio por haber compartido con Claudia y ser tan generosa siempre.