Cuenta la leyenda, que el dios Sol, compadecido del estado de barbarie que vivÃan los pueblos, envió a sus hijos; nacidos de las espumas del lago, Manco Capac y Mama Ocllo, con el fin de civilizar y enseñar a los hombres.
Les entregó entonces una barretilla, encargándoles que por donde fueran buscaran introducirla en el suelo y que el sitio donde se hundiera designarÃa el lugar donde debÃa fundarse la capital de un su imperio.
Obedeciendo el mandato divino, la pareja salió de una de las islas del lago Titicaca, “hoy llamada Isla del Sol†y se dirigió hacia el norte en busca del sitio donde establecerÃan la cuidad imperial. Después de varios dÃas de viaje y de hincar infructuosamente el suelo, llegaron al cerro Huanacaure y allá la barretilla se hundió al primer golpe. Entonces, en ese lugar, Manco Capac y Mama Ocllo fundaron la capital del Imperio Incaico, Cumpliendo con su misión.
Manco Capac enseño a los hombres los secretos de la agricultura como el cultivo de la tierra, el sembrÃo de las semillas y la fabricación de instrumentos necesarios para dichas faenas. También les enseñó a construir sus casas, caminos y acueductos. Mama Ocllo, por su parte, enseñó a las mujeres a hilar y a tejer, a confeccionar vestidos y realizar labores domésticas, como cocinar, lavar, etc.
Y asÃ, según esta leyenda, empezó la civilización de los incas. Más hay otra igualmente bella, acerca del origen del Imperio Incaico. La cual contaré en la siguiente publicación.