panico en el hotel
Era la mañana de un dÃa normal de agosto, en la planta baja se realizaban los cursos de salvamento y en la primera planta habÃa una fiesta de disfraces y una exposición de vestidos de novia y vestidos de fiesta.
En la octava planta del hotel habÃan alertado de que escuchaban gritos en una de las habitaciones, el conserje del hotel y el botones ya habÃan subido varias veces aquella mañana pero no habÃan oÃdo ni visto nada.
Tras varias quejas de que el ruido era insoportable, decidieron poner cámaras en las habitaciones vacÃas, asà grabarÃan el sonido y podrÃan visualizar que ocurrÃa.
A media tarde una de las clientas del hotel la señora Dotty, famosa por sus grandes exposiciones de ropa intima y lencerÃa fina en el hotel, pidió la cuenta, bajaba asustada por las escaleras por miedo a usar incluso el ascensor ya que sentÃa gritos y ruidos por todos los pasillos de la planta octava, a pesar de que el conserje le propuso cambiarla de planta, el susto ya era mayor que el deseo de quedarse.
Ante el temor de que ese miedo pudiese dejar vacio el hotel en pocas horas por una filtración entre clientes o a la prensa, decidieron hablar con la policÃa y descubrir que pasaba, una pareja de policÃas subió a la planta y no vio ni escuchó absolutamente nada, fue cuando procedieron a revisar las grabaciones de las cámaras cuando se percataron que en algunos periodos de tiempo la cámara detenÃa su grabación en la habitación treinta y que unos segundos más tarde la grabación comenzaba nuevamente enfocando hacia otro lugar.
Decidieron subir para ver si era un fallo de la cámara, pero el técnico que habÃa subido a ver no bajaba a informar, la policÃa y los empleados del hotel ya empezaban a temer que algo estaba pasando porque el técnico no podÃa tardar tanto tiempo en ver una cámara, cuando se percataron que la grabación de la habitación volvia a funcionar, pero a sorpresa de todos mostraba el cuerpo del técnico tendido sobre la alfombra.
Corrieron a la octava planta y al entrar en la habitación el cuerpo que se veÃa en la cámara habÃa desaparecido, uno de los policÃas llamó a los compañeros que habÃan quedado abajo pero el policÃa de abajo con la misma hora que su reloj en la cámara, seguÃa viendo aquel cuerpo tendido, tomaron huellas y buscaron por todo el hotel pero el técnico no aparecÃa.
Tras pedir a los clientes que desalojaran todas las plantas para averiguar que sucedÃa y cuando todo ya estaba en silencio en el hotel, escucharon en la octava planta ruidos espantosos en las paredes , gritos que parecÃan venir del otro lado y que quedaban mudos por momentos.
En la habitación treinta aparecÃan las cosas cambiadas de lugar sin que nadie las hubiese tocado, era algo inexplicable que escapaba de cualquier pensamiento racional.
Derrumbaron dos de los paneles para averiguar que era lo que emitia esos gritos, se sospechaba que algún loco hubiese puesto una cinta que emitia esos sonidos en la pared, pero a pesar de tirar las paredes las voces seguÃan escuchándose.
Ante el miedo de la gente por volver a ese hotel y tras meses de búsqueda y explicaciones sin sentido, el hotel tuvo que ordenar cerrar sus puertas para siempre.