Sapallanga
es un pueblo al sur de la Provincia de Huancayo; Sapallanga en quechua,
significa “Tierra de Brujosâ€. Es un pueblo que aun guarda parte de sus
tradiciones e historia. En la Guerra del Pacifico, precisamente en la Campaña
de la Breña; la Segunda CompañÃa del Batallón Santiago del Ejercito Chileno,
habÃa tomado posición en la casa de la abuela Amalia Guerra.
Según
cuentan los antiguos, el ejercito enemigo estuvo acuartelado durante casi dos
meses. Cada mañana cuando los pobladores pasaban frente a la casa de la abuela
Amalia, podÃan ver indignados la bandera chilena flameando en el interior,
mientras los centinelas oteaban la calle desde las improvisadas torres de
vigilancia.
Cuentan
también que Andrés Avelino Cáceres; el gran Mariscal Peruano de la Campaña de
la Breña, frecuentaba la zona vestido de mendigo. Quizá para hacer algunas
averiguaciones. “Déjenlo pasar, jugaremos un rato con él†–decÃa el Teniente
Gaspar. Sin saber que al ingresar, el brujo de los Andes podÃa ver la situación
en la que se encontraba el enemigo.
De
esta forma, el Mariscal podÃa informar a sus tropas que estaban acampando en
las alturas de Tayacaja. Los niños de Sapallanga estaban ansiosos por conocer
al Tayta Cáceres, por sus aventuras, los niños lo llamaban el Brujo Andrés.
Pero solo algunos de ellos pudieron verlo vestido de mendigo. Cada vez que
algún niño se le acercaba, éste sacaba un poco de cancha y queso de su bolso y
se los entregaba guiñándoles el ojo.
Según
el relato “Los Niños de la Guerra†de Roger Piñas; los niños que llegaron a
conocerlo fueron entre otros MatÃas; nieto de la abuela Amalia, Reinaldo y
Virginia, hija de un comerciante Andahuaylino. Eran los encargados de llevar a
lomo de mula, las provisiones para la tropa de Cáceres hasta el poblado de
Huayunka, a tres leguas de Sapallanga.
En
la primera semana del mes de julio, los ánimos estaban alterados entre los
chilenos, actitud que era percibida por los pobladores y en especial por los
niños que eran los más entusiastas en desalojarlos. Tras los rumores de llegada
inminente del ejercito de Cáceres, todos los niños salieron en tropa con sus
tambores de guerra y pasaron frente al cuartel enemigo haciendo un sonido que
retumbo en toda la calle principal.
Al
dÃa siguiente se habÃa desencadenado la feroz Batalla de Marcavalle, en donde
el ejército de Cáceres hizo retroceder al enemigo hasta Pucará, luego hasta
Sapallanga, luego hasta Huancayo, luego hasta el fin del mundo. Roger Piñas
describe muy bien la hazaña de los pobladores de Sapallanga y en especial la
labor de los niños diciendo, además:
“Por
eso, aquel 08 de Julio de 1882; la Segunda CompañÃa del Batallón Santiago del
Ejercito Chileno, no podrá olvidar a los niños de Sapallangaâ€.