LA PALMERA COQUETA

Delante de la casa y de éste lado del mar, a los pies de la arena, había una palmera. Tenía sus penachos muy arregladitos con una raya al medio, todos estaban en prolijo orden, unos a éste lado y otros al otro.

Palmera mar

La palmera estaba muy contenta, hasta que llegó el viento y se entretuvo con ella revolviéndole todos – todos sus penachos-pelos. La pobre se quedó de lo mas desilusionada cuando por la noche se encendió la luna y pudo verse en el espejo del mar…

¡Qué pinta tenía! ¡Qué desarreglada estaba! â€“ pensó la palmera.

Miró a las estrellas y les pidió un poquito de su titilar a ver si con éso podría estar mejor. Algunas de las estrellas la rociaron con su titilar, pero cuando llegó el sol ya no se veía mas.

Pensaba y pensaba la palmera qué podía hacer para quedarse todo el tiempo bien arreglada. Se puso agua de mar y se peinó para atrás, ésto le gustaba, le daba un aire moderno, estaba contentísima así. Pero con lo que la palmera no había contado era que al medio día el sol calienta mucho y el agua de mar se seca y sus penachos-pelos quedan como de cartón. Una brisa le devolvió el movimiento y la gracia normales, quedándose gran parte de sus penachos-pelos delante de su cara.

Mientras volvía a pensar, al otro lado del mar había un palmero que no dejaba de mirarla, que le parecía la palmera mas bointa que había visto ¡Y qué penachos-pelos tenía! El palmero estaba buscando la forma de poder ir hasta ella, una cosa que no saben hacer las palmeras y es nadar.

La palmera había encontrado los adornos perfectos; las medusas, se puso montones de medusas y estaba brillante, pero brillante en todos los colores y a medida que sus penachos-pelos se movían cambiában de colores.

El palmero estaba chupando y chupando y chupando el mar a medida que disimuladamente se iba acercando a la palmera coqueta. Cuando llegó hasta ella se quedó maravillado del colorido de sus penachos-pelos. Era mucho mas linda desde aquí que desde su orilla.

La palmera vio al palmero y no entendía por qué estaba tán gordo. El pobre palmero tuvo un estornudo fatal, tan fatal que toooooodo el mar cayó encima de la palmera y ésta se quedó llena de arena, penachos revueltos, algunos estaban quebrados, llena de algas y caracolas y de tantas cosas que la palmerita se puso a llorar de desconsuelo. El palmero terminó curvado en su otra orilla lleno de verguenza por lo que había pasado. Y su echizo de palmera de un estornudo acabó

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Preg: 1.- ¿como era la palmera?
aburrida
lenta
quedada
coqueta
Preg: 2.- ¿como tenia sus penachos la palmera?
arregladitos
maltratados
viejos
en buen estado
Preg: 3.- ¿la palmera estaba ilusionada?
si
no
estaba feliz
estaba recontenta