cRÓNICAS DE UN POLICÃA LOCAL
cRÓNICAS DE UN POLICÃA LOCAL
Braulio,
el policÃa autonómico más viejo de Ceuta, escuchó el pasado siete de
marzo este extraño diálogo entre un coche que estaba mal aparcado y una
de las grúas del ayuntamiento:
- ¡Buenos dÃas, coche rojo! estás mal aparcado.
- SÃ, es verdad, lo siento mucho, pero yo no tengo la culpa, mi dueño
humano me ha dejado aquà porque se me ha acabado la gasolina sin plomo.
- Lo comprendo, pero las ordenanzas municipales dicen que tengo que llevarte al depósito de coches del ayuntamiento.
- No seas mala, grúa guapa, mi dueño está a punto de regresar con un
bidón de gasolina, además tengo el motor un poco cansado, creo que estoy
averiado.
- Pero aquà no puedes quedarte, ¡está prohibido aparcar!
- ¡Mira grúa!, por allà llega mi dueño con vitaminas para mi motor.
- ¡Está bien! puedes marcharte, pero otro dÃa procura no aparcar en un sitio prohibido.
- ¡Muchas gracias, grúa guapa!
- ¡Hasta la vista, coche rojo!