HabÃa una vez un pirata que se llamaba malapata, siempre tenÃa la peor de las patas y todos sus planes le salÃan mal.
Pero un dÃa se encontró una moneda de la suerte y a partir de ese momento deseó que todos sus planes le salieran bien.
Esa moneda sólo le concedÃa tres deseos.
El primero ser rico, el segundo de oro y el tercero recuperar su pierna que ahora era de palo.
Y colorÃn colorado este cuento malapatado se ha terminado.
AUTOR;Pablo Portillo Diaz, 9 años, Vecindario, Gran Canaria