“Es de mañana y el sol no calienta lo suficiente para estar dentro de la casa. Por eso he subido a su techo a mirar el cielo despejado y el paisaje a mi alrededorâ€.
“Es de mañana y el sol va calentando mis brazos poco a poco. Una vecina me saluda desde lejos mientras tiende su ropa, recién lavada, al solâ€.
“Es de mañana y veo jugar a los niños de mi calleâ€.
“Es de mañana y todo lo que observo a mi alrededor me conmueve; si veo algo gracioso yo sonrÃo, pero inmediatamente me vienen unas ganas terribles de ponerme a llorarâ€.
“Es de mañana y el cielo sobre mà está despejado; diviso grandes nubes que se vienen acercando desde el norteâ€.
“Es de mañana y otra vecina aparece y me saluda desde lejos mientras coloca un posillo con agua para su perritoâ€.
“Es de mañana y no sé de tiâ€.
“Subido aquà no alcanzo a ver tu casa porque está muy lejos; pero te recuerdo y me pregunto si podrás recordarme allá donde estásâ€.
“Las nubes están cada vez más cerca y siento que mi cuerpo se estremece porque el calor me va a abandonandoâ€.
“Desciendo al interior de mi casa y paso al lado de mis padres y de mis hermanos para abandonar mi hogar por unos minutosâ€.
“Camino queriendo huir de las inmensas nubes sobre mÃ, camino queriendo que los débiles rayos del sol me abracenâ€.
“A lo lejos diviso a dos niñas que viven a la vuelta de mi casa. Paso junto a ellas y se me quedan mirando mientras sonrÃen abochornadas por mi presencia. Conozco esas sonrisas, también se dibujaron en mis labios la primera vez que conversamos tu y yoâ€.
“Me voy alejando de mi casa más de lo planeado; pero se siente bien estando bajo los cansados rayos de solâ€.
“Tú no estás; pero tus recuerdos sÃâ€.
“La semana pasada te ahogaste mientras tratabas de rescatar a una de tus amigas que habÃa caÃdo al lago San Francisco, donde fueron de excursión con el grupo de la universidadâ€.
“Un niñito se me acerca y me ofrece una piedrita que ha levantado del suelo, sonrÃo y le recibo el improvisado obsequio. Veo una tienda cerca, compro unos caramelos y se los doy. Me alejo de él porque las terribles ganas de llorar han vueltoâ€.
“La semana pasada hubiera querido ir contigo a la excursiónâ€.
“La semana pasada te fuiste para siempre de mi vida terrenal; pero sé que te encontraré cuando me vaya de este mundoâ€.
“La semana pasada pensaba en morirme. Hoy también pienso en morirmeâ€.
“Las nubes quieren alcanzarme y yo apresuro el pasoâ€.
“Las nubes no van a alcanzarme. Reviso cuánto dinero traigo y veo que tengo suficiente para tomar un taxi y alejarmeâ€.
“Le digo al taxista que me lleve hasta la playa, a nuestra playaâ€.
“Sobre ella brilla el sol, no hay nubes en el cielo, las busco con la mirada, están muy lejosâ€.
“No hay gente en la playa, busco las peñas, esas peñas donde tu y yo gustábamos de visitar porque contemplar el mar sentada sobre una peña era una de las cosas que más te gustaba hacerâ€.
“Es de mañana y estoy sentado sobre tu peña favorita, calentito bajo el sol y mirando el mar. Podré odiar los lagos pero nunca el marâ€.
“Es de mañana y el hermoso paisaje del que soy testigo me parece absurdo y triste sin ti y las terribles ganas de llorar me hacen preso. Lloroâ€.
“No hay nadie en la playa y puedo gritar tu nombre. Lo hago. Grito tu nombre mientras me dejo llevar por el llantoâ€.
“Quiero irme contigo, ahora mismoâ€.
“Quiero irme contigo, ahoraâ€.
“Quiero irme contigoâ€.
“Es de mañana, mi amor, y quiero irme contigo pero no lo voy a hacerâ€.
“Es de mañana, pero no voy a apagar mi luz porque me enseñaste a amar la vidaâ€.
“Es de mañana, mi amor, pero no voy a convertir la noche en eternidad porque me enseñaste que la vida es lo más valioso que tenemosâ€.
“La vida es lo más valioso que tenemos y por eso no quisiste que tu amiga perdiera la suya. Y si perdiste la vida en ese intento fue por algo que escapó de tus manos y de las mÃasâ€.
“Tu amiga se salvó, mi amor. Tu amiga pudo ser reanimada. Tu amiga es mi amiga ahora, cuando conversamos por primera vez no sabÃa que sentir. Tu amiga me contó que tú la salvaste y me contó el motivo de su caÃda en el lago: quiso quitarse la vida por lo mismo que ahora quiero hacerlo yo: por amor a alguien que ya no está másâ€.
“Mi amor, la salvaste a ella y me has salvado a mà ahoraâ€.
“Debes estar en el cielo, porque fuiste un ángel aquÃ, porque fuiste un ángel para mÃ, porque me cuidas aún sin estar aquÃ; o quizás sà lo estés, pero no te puedo verâ€.
“Es de mañana, mi amor, y he venido a estas peñas cada dÃa desde que te has ido y he querido irme contigo cada vez que estoy aquÃ, y me has salvado todo el tiempoâ€.
“Pero, sabes mi amor, agradezco a Dios que no haya sido yo quien se fuera primero, hubieras tenido que pasar por todo esto, le agradezco a Dios porque soy yo quien está sufriendo por ti y no tú por mÃ. Seré fuerte, mi amor, como tú lo fuiste siempreâ€.
“Abandono la playa y tomo un taxi de regreso a mi casa. Llego y mis padres le pagan al conductor. Me abrazan sin decirme nada porque saben lo que estoy pasando. Agradezco a Dios por mi familia y porque están conmigo ahora cuando más los necesitoâ€.
“Es invierno y el sol no calienta lo suficiente para estar dentro de la casa; pero el invierno pasará. Y cuando el sol brille fuerte en primavera verás que habré resistido, mi amor, por ti y por mÃ. Alcanzaré mis metas porque tu me enseñaste a luchar por conquistar mis sueñosâ€.
“Es invierno, mi amor, y pido a Dios que para ti sea siempre primaveraâ€.
autor:anonimo