Como costumbre muy arraigada a Diana se le habÃa inculcado que la Navidad era para estar con la familia y en Año Nuevo podrÃa escoger libremente donde celebrar. Entre sus amigas planeaban ir al antro de moda, se acababa de abrir apenas hace unos dÃas y medio mundo hablaba de él. El plan era sencillo, ir a casa de Julia y de ahà a bailar toda la noche hasta cansarse y regresar hasta que las sacaran del lugar.
No parecÃa haber mayores contratiempos, a las ocho de la noche ya estaban listas para salir, y llegaron al lugar de baile a las diez, cada quien se fue por su lado !Listo!, se acercaban ya casi las doce, se repartieron las uvas y las copas, el brindis les invitaba a seguir divirtiéndose y que al año 2013 fuera el mejor.
Como sucede muchas veces en un lugar tan lleno de gente pasada de copas, alguien empezó un pleito que se salió de control, vasos, sillas y mesas volaban por el lugar, los vidrios de las botellas, cortaron los pies de algunas chicas que calzaban zapatos descubiertos, entre tanto golpe nadie sabÃa contra quien ni mucho menos a favor de quien, solo trataban de lastimar a quien estuviese más cerca.
Las chicas completamente asustadas se buscaban entre la gente, tratando de esconderse y librar los golpes, fue entonces que Diana encontró detrás de la barra una pequeña portezuela en el piso, no dudó ni un instante en meterse, aunque estaba muy oscuro. Iba tocando con sus manos todos los alrededores, una frÃa pared de piedra le indicaba el camino, los escalones crujÃan en cada paso, un leve escalofrió comenzaba a molestarle pues se sentÃa observada, pero en un instante se tornó en risa, parecÃa algo tonto caminar a oscuras si tenÃa el celular en la mano, la iluminación era suficiente para permitirle encontrar en apagador de las luces, cuando prendieron vio a su alrededor y se encontraba en una bodega, licores, vasos y etc. De la pelea solo le quedaba escuchar, sentada tranquilamente en un rincón llamaba a su amiga desde el celular pero no pudo obtener respuesta.
Pasados unos minutos se sentÃa como un león enjaulado, caminaba de un lugar a otro, preocupada por no saber nada de Julia, de pronto un fuerte golpe en el techo la dejó a oscuras, las luces tintineaban de vez en cuando, y con aquellos pequeños destellos de luminosidad se dio cuenta de que estaba rodeada, tal vez algunas personas encontraron el mismo escondite e igual de asustados salÃan ahora hacerse compañÃa. Pero cuando se dirigÃa a ellos no obtenÃa respuesta, simplemente avanzaban entre las sombras siendo cada vez más, un ruido a manera de crujido y gruñido le inundaba los oÃdos, se vio tan asediada y nerviosa que giraba con rapidez para no perder de vista a todas aquellas “personasâ€, en un momento se sintió mareada, y en la confusión fue tomada del brazo, por alguien que ardÃa en llamas, la sangre de Diana hervÃa y cuando menos pensaba el fuego salió desde su interior, encendiendo su cuerpo por completo, fue tal la rapidez que en un grito quedó calcinada.
Cuando la policÃa llegó al lugar el encargado del bar les impedÃa entrar a la pequeña bodega, sin dar una razón lógica, por lo cual lo notaron sospechoso e ingresaron a la fuerza, el cuerpo de la chica estaba aun de pie, perocompletamente consumido por las llamas, las explicaciones del responsable no convencÃan a los agentes, pero un detalle si concordaba con su historia, dentro de la bodega solo habÃa productos de los años 50, nadie habÃa entrado ahà durante mucho tiempo, pues como comentaba el gerente del bar ahà sucedÃan cosas extrañas.
Aquel fue el año nuevo de Diana en lugar de diversión y buenos ratos, termino como fotografÃa curiosa en los celulares de los policÃas, pues su cuerpo calcinado seguÃa parado en medio de la bodega, sin rastros de fuego a su alrededor.
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