-No estoy para responder- respondió Sancho- porque me parece que hablo por las espadas. Subamos y apartémonos de aquÃ, que yo pondré silencio en mis rebuznos; pero no en dejar de decir que los caballeros andantes huyen, y dejan a sus buenos escuderos molinos como alheña.
-No huye el que se retira- respondió Don Quijote- porque has de saber, Sancho, que la valentÃa que no se funda sobre la base de la prudencia se llama temeridad, y las hazañas del temerario más se atribuyen a la buena fortuna que a su ánimo. Y asÃ, yo confieso que me he retirado pero no huido; y en esto he imitado a muchos valientes que se han guardado para tiempos mejores y de esto están las historias llenas; las cuales, por no serte a ti de provecho ni a mà gusto, no te las refiero ahora