1. “Hacia fines del siglo XIX, la prensa estadounidense comenzó a crecer debido a la introducción de las más modernas técnicas de impresión de la época, entre las que se incluyó el permanente perfeccionamiento de la rotativa. Por otro lado, junto a este sistema de impresión, que permitÃa multiplicar notablemente las tiradas, comenzaron a incluirse en la prensa cotidiana dibujos y fotografÃas que mejoraron la presentación, estimulando de paso las ventas.
2. En la competencia que se generó entre los periódicos de mayor envergadura, se hizo necesario recurrir a todos los ardides que pudieran estimular la imaginación, en la búsqueda de aquella fórmula que asegurara estabilidad y adecuada comercialización. Es asà como nació el sensacionalismo y, a parejas con esta discutible particularidad de la prensa, también lo hicieron los dibujos, caricaturas y chistes relacionados con el acontecer local.
3. Muy pronto, los dueños de periódicos descubrieron que los suplementos dominicales con historietas aumentabanostensiblemente las ventas, lo que los llevó a reforzar la planta de dibujantes.
4. Joseph Pulitzer, propietario del New York World, fue el primero que, sistemáticamente, adoptó la práctica de incluir historietas en las páginas de sus diarios, amén de crear un suplemento dominical impreso a todo color, en el cual se entregaban ilustraciones de gran tamaño.
5. En el equipo del World figuraba un hombre que llegó a transformarse en el precursor del arte de la historieta. Se llamaba Richard Felton Outcault y tuvo el privilegio histórico de ser considerado el primero en realizar una historieta, que tituló Yellow Kid.
6. El cómic de Outcault vio la luz pública en julio de 1895, en las páginas del New York World, dentro de la sección denominada Down Hogan´s Alley, nombre del miserable barrio en que vivÃa el protagonista, un muchacho calvo y sin dientes, en cuyo camisón aparecÃan escritos los parlamentos de sus monólogos.
7. El libro “El arte del cómic†se refiere al personaje y al trabajo de Outcault de la siguiente manera: “Las viñetas de Outcault, llenas de gente charlando en plena calle, daban una sensación abigarrada y colorista, y constituÃan una sarcástica denuncia de las condiciones de vida de los barrios humildes en las grandes ciudades. Su personaje, pionero del cómic, ha dado posteriormente nombre y figura al Premio Internacional del Cómic que se otorga todos los años en el Congreso Luccaâ€.
8. Si bien Outcault pasó a los anales de la posteridad como el creador de Yellow Kid, su trabajo no se limitó a este personaje de tan singulares caracterÃsticas. En el año 1901, consiguió que apareciera en los diarios Li´l Mose y al año siguiente Buster Brown, un pequeño revoltoso de aspecto angelical acompañado de un perro bull-dog llamado Tige, cuyo encanto se complementaba con su capacidad de hablar.
9. Buster Brown obtuvo inesperada popularidad, que en un momento superó a la de Yellow Kid. Incluso, los dueños de la marca, la cadena Hearst, lanzaron al mercado numerosos productos comerciales con su nombre, práctica que con el tiempo se harÃa habitual.
10. William R. Hearst, absolutamente convencido de que la veta del cómic estaba inexplorada y que las posibilidades y proyecciones que ofrecÃa eran insospechadas, se dio a la tarea de fortalecer su equipo de dibujantes, incorporando a la mayor cantidad de talentos de la época, entre ellos a Rudolph Dirks, que se harÃa famoso con una historieta que hasta el dÃa de hoy se publica en algunos diarios y revistas: The Captain and the Kidsâ€.