HabÃa una vez un rey que respondÃa con sabidurÃa todas las preguntas que le hacÃan; cada súbdito que se presentaba ante él salÃa con la respuesta justa a su pregunta.
Cierto dÃa un joven celoso de su sabidurÃa se propuso tenderle una trampa, irÃa donde el rey y con pequeño pájaro en su mano le preguntarÃa si éste estaba vivo o muerto, si el rey decÃa que estaba vivo, él apretarÃa al pájaro en sus manos y al abrirlas éste abrÃa muerto... y el rey se habrá equivocado; si contestaba que estaba muerto éste lo dejarÃa volar... y el rey se habrá equivocado, se sentÃa orgulloso su plan no podÃa fallar.
Fue asà que llegó ante el rey y expuso su pregunta:
- "Dime si éste pájaro que tengo en mis manos está vivo o está muerto"
El rey luego de mirar al joven a los ojos le respondió:
- "Querido amigo porqué me preguntas eso a mà si la respuesta está en tus manos".
Cierto dÃa un joven celoso de su sabidurÃa se propuso tenderle una trampa, irÃa donde el rey y con pequeño pájaro en su mano le preguntarÃa si éste estaba vivo o muerto, si el rey decÃa que estaba vivo, él apretarÃa al pájaro en sus manos y al abrirlas éste abrÃa muerto... y el rey se habrá equivocado; si contestaba que estaba muerto éste lo dejarÃa volar... y el rey se habrá equivocado, se sentÃa orgulloso su plan no podÃa fallar.
Fue asà que llegó ante el rey y expuso su pregunta:
- "Dime si éste pájaro que tengo en mis manos está vivo o está muerto"
El rey luego de mirar al joven a los ojos le respondió:
- "Querido amigo porqué me preguntas eso a mà si la respuesta está en tus manos".
AUTOR JOSE ORTEGA