Antes de comenzar el examen del aspecto psicológico del egoÃsmo y del amor a sà mismo, debemos destacar la falacia lógica que implica la tesis de que el amor a los demás y el amor a uno mismo se excluyen recÃprocamente. Si es una virtud amar al prójimo como a uno mismo, debe serlo también y no un vicio que me ame a mà mismo, puesto que también yo soy un ser humano. No hay ningún concepto del hombre en el que el yo no esté incluido.
Una doctrina que proclama tal exclusión demuestra ser intrÃnsecamente contradictoria. La idea expresada en el precepto bÃblico "Ama a tu prójimo como a ti mismo", implica que el respeto por la propia integridad y unicidad, el amor y la comprensión del propio sà mismo, no pueden separarse del respeto, el amor y la comprensión al otro. El amor a sà mismo está inseparablemente ligado al amor a cualquier otro ser.