MartÃn era amigo de Cascorro el cual
tuvo que viajar a otro planeta por motivos de trabajo. Un
dÃa MartÃn decidió viajar a ese extraño planeta y visitar a su amigo
Cascorro. No se veÃa mucha gente en ese planeta y mientras iban
paseando,
MartÃn tropezó con un pequeño hombrecillo causándole un chichón.Cascorro se empezó a poner muy nervioso y MartÃn no sabÃa por qué, habÃa sido un simple accidente.
Rápidamente llegaron 2 enormes robots y
se llevaron a MartÃn y al pequeño hombrecillo. Para cuando MartÃn quiso darse cuenta, ya estaba encerrado en un urna junto al hombrecillo.
Frente a ellos se encontraba un enorme robot con toga negra:
- Bienvenidos al sistema de "justicia exacta". Aquà tiene usted. Esto es exactamente el golpe y la fuerza necesaria que debe emplear para quedar iguales-, dijo el robot entregando una tarjeta al hombrecillo.
El hombrecillo propinó un golpe a MartÃn dejándolo dolorido en el suelo y con un chichón. MartÃn no podÃa creerse aquel sistema de "justicia exacta".
El robot se dirigió al hombrecillo:
- Se ha excedido en la fuerza indicada en su tarjeta.Y de repente entregó una nueva tarjeta a MartÃn:
- Aquà tiene usted la fuerza necesaria que debe emplear en el golpe para que se cumpla el sistema de "justicia exacta".El hombrecillo miraba aterrorizado a MartÃn. Cierto es que le habÃa devuelto el golpe demasiado fuerte pero
MartÃn no iba a golpear de ninguna manera a ese pobre hombrecillo.- Está bien. No pasa nada. Le perdono.El robot dijo:
- Eso no puede ser. Tiene usted que devolver el golpe con la fuerza indicada para que queden en paz.MartÃn se fijó que habÃa otras muchas urnas con gente devolviéndose golpes y por el suelo.
- ¡Cómo que no puede ser! ¡He dicho que lo perdono y asà es!-, dijo MartÃn rompiendo en pedazos su tarjeta.
El robot empezó a descomponerse y a echar humo. Luego retomó su compostura y dijo:
- Está bien. Pueden Marcharse.Cascorro dijo a MartÃn que todos en ese planeta
tenÃan miedo al sistema de "justicia exacta".
Los juicios podÃan durar varios dÃas pues era muy difÃcil devolver
exactamente el agravio cometido. TenÃan tanto miedo que la gente no
solÃa salir de sus casas.
Nunca antes nadie en ese planeta habÃa
perdonado a alguien porque no sabÃan que el perdón es muchas veces la
mejor manera de resolver un agravio.