Un rey adoraba tanto la música que buscó por todo el mundo el mejor 
instrumento que hubiera, hasta que un mago le entregó un arpa. La llevó a
 palacio, pero cuando tocó el músico real, estaba desafinada; muchos 
otros músicos probaron y coincidieron en que no servÃa para nada y habÃa
 sido un engaño, asà que se deshicieron del arpa tirándolo a la basura. 
Una niña muy pobre encontró el arpa, y aunque no sabÃa tocar, decidió 
intentarlo. Tocaba y tocaba durante todo el dÃa, durante meses y años, 
siempre desafinando, pero haciéndolo mejor cada vez. Hasta que un dÃa, 
de repente, el arpa comenzó a entonar las melodÃas más maravillosas, 
pues era un arpa mágica que sólo estaba dispuesta a tocar para quien de 
verdad pusiera interés y esfuerzo. El rey llegó a escuchar la música, y 
mandó llamar a la niña; cuando vio el arpa, se llenó de alegrÃa, y en 
aquel momento nombró a la niña como su músico particular, llenando de 
riquezas a ella y a su familia.
Autor.. 
Pedro Pablo Sacristán