En esta carretera comarcal por la que transitaba, existe una curva muy fuerte, y es uno de los lugares donde se han producido una mayor cantidad de accidentes. Los lugareños contaban una historia de que en aquél lugar, en ocasiones se aparecía una mujer joven vestida de blanco.

Durante el viaje, de repente se da cuenta de que no había ningún sonido a su alrededor excepto el de la radio. El motor y el roce de los neumáticos contra el asfalto habían desaparecido, por lo que decidió parar y ver qué era lo que pasaba. Al no detectar nada normal, decidió volver de nuevo al interior del vehículo y proseguir la marcha, pero a los pocos segundos, al mirar por el retrovisor, pudo ver a aquella mujer sentada en los asientos traseros.

Intentó salir del coche y escapar, pero la mujer le rodeó el cuello con sus manos hasta el punto que ya no podía respirar. Las últimas palabras que escuchó fueron de la mujer diciéndole que se verían en el infierno, lugar en el que se encontraba desde la noche en que fue atropellada.