En la India, el Raja de Ranchipur tenía en su palacio muchos gatos y uno de ellos su preferido lo llamaba Sandokan. Era muy inteligente y siempre quería lo mejor para él.

-          ¿Porque señor siempre estas acompañado de esos tigres? –

-          Porque esos animales son grandes, fuertes, rugen, alejan a los guerreros y a los intrusos -

-          Pero tu Sandokan eres mi mascota y yo siempre te tengo en mis brazos -

Sandokan celoso y ambicioso llamó a Brahma; – ¿Por qué me hiciste pequeño? Quiero ser como los tigres. Grande y rugir como ellos –

-          Tú tienes 7 vidas y eres cazador como ellos, confórmate con lo que eres –

-          ¡No! – protestó Sandokan – yo quiero ser como los tigres que están en el palacio –

-          Tú rugirás como ellos pero tu tamaño no lo cambiaré – dijo el dios Brahma.

Sandokan satisfecho con este cambio salió corriendo y se dirigió al palacio sin darle las gracias a Brahma.

Cuando el Raja lo vio abrazo a su mascota y empezó a acariciarlo. Pero cuando Sandokan empezó a rugir  el Raja se asustó y lo tiro al piso. Llamó a sus esclavos y les ordenó que encerraran en una jaula a Sandokan. Él dijo furioso; – éste animal esta embrujado, arrójenlo en el desierto -

Cuando él estaba en estas solitarias y arenosas dunas, los gatos que lo vieron se acercaron a él llevándole sendos regalos pero cuando empezó a rugir, se alejaron. Quedándose solo, Sandokan, en el desierto.