Marcos trabajaba en un restaurant de comida rápida. Sacaba 
la basura por la puerta trasera. Siempre lo esperaban ansiosas 
algunas palomas con mirada hambrienta. Entre ellas habÃa 
una a la que le faltaba una pata. Un dÃa preparó una trampa 
con una caja sostenida con un palito amarrado a una pitilla. 
Puso varios panes debajo de la caja, esperó agachado, pitilla 
en mano, y tiró de ella apenas la coja paloma picoteó el 
pan. Ahora ya no es coja. Tiene una pata nueva hecha con 
una cucharita de plástico, amarrada firmemente con cinta 
adhesiva